Por Humberto Musachio

Prólogo al libro de Turner: 30 latinoamericanos en el recuerdo (fragmentos)
por Humberto Musachio

Aquí o en otro rincón de la América de abajo,
este peregrino de siempre ha tenido refugio
y hermanos porque si el exilio está hecho de
una sustancia densa y amarga, la identidad de
suertes y las precariedades comunes forman
el cemento de los perseguidos, el antídoto
de la soledad y el desamparo.

“...Lo conocí hacia 1970 en la redacción de El Nacional. Su figura se correspondía exactamente con su apellido: a simple vista me pareció un perfecto caballero inglés al que supuse de hablar  ́pausado e indiferente, pero me bastaron unos enérgicos movimientos del mostacho para que se disipara el hechizo y se esfumara su apariencia flemática. Sin más trámite aquel individuo me tendió la mano y escuché el tono caribeño de su voz rasposa y confianzuda, ligeramente apagada por el tabaco y víctima de una afonía crónica, legado de las arengas políticas.

Aquel señor de talante aristocrático se convirtió de inmediato en un hombre afable, los veinte años que nos separaban fueron compensados por la complicidad de los proscritos y fui tratado como uno de sus pares aunque yo no era ni podía ser como aquel hombre que actuaba con la contundente sencillez de quien regresa ya de todas las batallas, del que vuelve del infierno sin quemaduras, dispuesto a ganarse la vida en cualquier cosa y a esperar en el exilio otra oportunidad de acción.

Turner, en esos días acababa de llegar a México por enésima vez. Un cuarto de siglo antes un joven revoltoso de bien ganada fama como organizador de inconformidades y que había dirigido sin éxito una huelga estudiantil universitaria, vino a un congreso de estudiantes que se celebraba aquí y decidió quedarse entre nosotros. Se inscribió en la facultad de Derecho de la UNAM en la que conoció amigos y compañeros para toda la vida. Ahí, sin saberlo, celebraba sus desposorios con esa institución, donde imparte sus conocimientos desde hace... lustros como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

De sus años de estudiante recuerda con emoción que lo recibió Lázaro Cárdenas y que se sentó a charlar con esa leyenda...pero aquel panameño discutidor acabó la carrera y se recibió de abogado. Aquí estuvo al servicio de los sindicatos hasta que volvió a su tierra, donde lo esperaban otros combates. Era la segunda mitad de los años cincuenta él como tantos, desplegó la más amplia solidaridad con el grupo de jóvenes barbones que combatían al dictador de Cuba, Fulgencio Batista...

Turner...intensificó la propaganda y armó un complicado andamiaje para la ayuda material y política a la ínfima tropa que se batía en Sierra Maestra.
Al triunfo de esa revolución que era su revolución, muchos latinoamericanos se
dirigieron a la Gran Antilla. Jorge Turner estuvo entre los primeros. Se había ganado un lugar en el apoyo político y logístico a los rebeldes. Como tantos revolucionarios siempre que fue necesario se mostró resuelto a jugárselo todo. y resultó ser ... un personaje real, otro héroe de la interminable galería de figuras anónimas que han marcado el curso de la historia latinoamericana.
Vivió algún tiempo en La Habana, pero un cuadro como él era más útil en otra parte, en las tareas de respaldo a Cuba y su revolución. ... sin olvidar a su patria mutilada, a la que pertenece por origen y por destino, por vocación de combate y oposición radical a la ofensa terrible de la ocupación extranjera. Ahí en su suelo ha sido autor y actor de la protesta contra los invasores y su insolencia, pero precisamente su terca, insobornable querella contra la injusticia, lo ha llevado a dejar Panamá, una y otra vez, obligado por las condiciones políticas, la persecución y la desgracia que vive untada en la piel de nuestros pueblos, antes aún de que nacieran como naciones.

Aquí o en otro rincón de la América de abajo, este peregrino de siempre ha tenido refugio y hermanos porque si el exilio está hecho de una sustancia densa y amarga, la identidad de suertes y las precariedades comunes forman el cemento de los perseguidos, el antídoto de la soledad y el desamparo.

Jorge Turner, más de una vez ha sido personaje encumbrado, pero antes y después ha probado el amargo pan del exilio de que hablara León Felipe. Ha sentido el bocado tenso en la garganta, pero en él, en nosotros y en muchos más como nosotros, ha alimentado el sueño que bajo cualquier nombre ha de acabar con las lágrimas y el sufrimiento que recorren la triste geografía de la pobreza. Turner es de los que tienen y sostienen ese sueño, quizá porque, como decía Manuel Ugarte, “la fe en lo imposible puede ser el camino de la serenidad”. ... hay (en sus escritos)... el consciente propósito de contradecir a... Ramiro Prialé, quien modestamente decía que “somos candidatos al olvido” . La tarea de rescate (como autor) la emprende ...con su aptitud para tomar lo sustancial de sus personajes. Este talento para dejar al paso, casi sin querer, el rasgo que define y echa a andar sus figuras, revela una generosa combinación de la mirada abarcadora del periodista con la agudeza del escritor de ficción, pues no se olvide que Turner es el autor de un libro de relatos, Viento de Agua,. La pluma de Turner destila admiración por sus personajes, pero es también un bisturí que hace profundos cortes críticos...

El canal de Panamá, la franja robada es espina y grito para Jorge Turner... presentes siempre el dolor y la ira por el rapto de esa tierra amada. La recurrencia a esa cicatriz de fuego es para el lego una elocuente introducción al tema del coloniaje; para el iniciado significa una vibrante lección de historia, un despliegue de saber jurídico y una lección de vergüenza ...El canal es la obsesión perenne de Turner. Uno de sus textos trata de la inmolación de Alberto Pérez Palomino, quien al igual que su paisano Leopoldo Aragón decidió prenderse fuego para llamar la atención del mundo sobre el coloniaje de la Zona del Canal. Cuando se defiende una causa como la soberanía nacional, una opción extrema es morir en llamas. Turner, embajador de Panamá en México cuando se produjo la invasión estadounidense en 1989, ha preferido vivir en llamas, con el corazón y el pensamiento junto a su pueblo y bajo su bandera...”

Humberto Musachio...fragmentos del prólogo del libro: 30 latinoamericanos en el recuerdo

“ha preferido vivir en llamas, con el corazón y el pensamiento junto a su pueblo y bajo su bandera...” ,intuyendo quizá, que desde la perspectiva de esa cintura de agua del continente, habría de gestarse y escribirse otra historia de la patria latinoamericana, una historia nuestra, la que Jorge Turner vislumbró....